Implantes Dentales
Cuando se produce la pérdida de una pieza dental, el contacto continuo de los alimentos con las encías provoca molestias y hasta daños en las mismas. En estos casos, tendemos a acabar masticando siempre por el lado contrario, sobrecargando y desgastando esa zona. Aparte de eso, los dientes contiguos al diente perdido, se desplazan buscando el contacto, y terminan por crearse espacios interdentales que provocan retención de alimentos.
El implante dental viene a solucionar esta problemática, recreando la pieza dental a base de una estructura inserta en el hueso de la mandíbula.

Qué es un implante Dental
Un implante dental se compone de una raíz de titanio que se inserta en los maxilares permitiendo que se pueda sustituir con gran estética y naturalidad la pieza dental perdida.
Cuando existe un déficit de varios dientes, se realizan entre 2 y 8 implantes que supongan una mayor estabilidad, y a continuación se colocan las prótesis fijas sobre los implantes dentales.
El uso de esta técnica permite al paciente volver a masticar con absoluta normalidad, al tiempo que logra una sonrisa visualmente atractiva.
¿Existen contraindicaciones para los implantes dentales?
Realmente existen muy pocas contraindicaciones absolutas. Las más destacables son enfermedades graves que influyan en el metabolismo del hueso, infecciones específicas, tumores malignos que afecten al hueso, o haber recibido radioterapia en grandes dosis.
Es importante aclarar que los implantes dentales no provocan rechazo en el organismo. Cuando se habla de rechazo, se refiere únicamente a una no-oseointegración del implante dental (se estima como normal un nivel de fracasos del 2% a 5% de los implantes colocados, lo cual es un porcentaje muy bajo).
En cualquier caso, cuando un implante dental no se osteointegra, se puede volver a colocar otro para sustituirlo sin mayor problema.
¿Cómo es el Post-Operatorio?
El post-operatorio supone menos molestias e incomodidades que otras intervenciones menores en Odontología.
Un implante a veces puede ocasionar molestias en la encía durante el proceso de cicatrización de la herida por lo que se recetan analgésicos o antiinflamatorios según el tipo de intervención.
Es fundamental tener una buena higiene durante este periodo para evitar sobreinfecciones de la encía.
En los algunos casos aparece hinchazón durante los primeros días, pero suele remitir espontáneamente a las 72 horas, no resulta dolorosa y permite hacer vida normal.
¿Cómo son los resultados? ¿Cuánto duran?
Los implantes correctamente colocados garantizan por lo general unos resultados estéticos muy superiores a la dentadura original del paciente. El paciente debe tener claro que no sólo conseguirá una boca sana, sino además, una sonrisa bonita.
En cuanto a su durabilidad, estos implantes son para toda la vida.
¿Hay algún riesgo para el paciente?
El riesgo más significativo, quizás, es la pérdida de sensibilidad en la zona del labio inferior cuando durante la intervención se toca o se secciona el nervio mentoniano. Esta pérdida de sensibilidad puede ser temporal o permanente.
Hay, por tanto, que ser especialmente cuidadoso cuando se opera en esa zona, porque no vale tocar el nervio con un implante demasiado largo, pero tampoco sirve un implante demasiado corto que no aguante la carga a la que será sometido.
También, es fundamental que los implantes estén correctamente colocados desde un principio, puesto que una vez que éstos se oseointegran, quedan “soldados” al hueso y si fuese necesario extraerlos perderíamos mucho hueso maxilar, lo cual complicaría enormemente una rehabilitación y por supuesto los resultados nunca serían los mismos.
Un paciente con piorrea... ¿Cómo lo solucionan los implantes?
Para los pacientes con piorrea los implantes son “LA SOLUCIÓN”, con mayúsculas. Tradicionalmente este tipo de pacientes estaban ineludiblemente abocados a perder sus dientes. El único tratamiento que podíamos ofrecerles era una higiene escrupulosa y periódicas visitas a la consulta para realizarse tratamientos periodontales. La perspectiva final siempre era la misma: la dentadura completa de quitar y poner.
Ahora los implantes han revolucionado la forma de tratar a estos pacientes, es importantísimo saber que los largos tratamientos periodontales no solo son inútiles sino que son perjudiciales porque mientras se hace un esfuerzo para conservar la pieza natural no podemos evitar que la enfermedad siga su curso y vayamos perdiendo hueso. Hay que saber cortar ese proceso antes de que sea demasiado tarde. El hueso es fundamental para una buena rehabilitación y para un resultado estético. En los casos extremos es muy difícil lograr estética.
Qué es la Oseointegración
El proceso de osteointegración se define como la unión mecánica firme, directa, estable y duradera producida entre el hueso vivo maxilar y un implante dental de titanio, sin que sea necesaria la interposición de tejido conectivo.
En la actualidad, las técnicas más avanzadas, como los implantes de carga inmediata, permiten proporcionar una prótesis con dientes fijos sobre implantes osteointegrados a los pocos días o incluso a las horas de su colocación.
La Intervención Quirúrjica es larga y compleja?
Se trata de una intervención ambulatoria, esto quiere decir que el paciente se trata en nuestra clínica dental. La intervención se lleva a cabo en la mayoría de los casos mediante anestesia local.
Solo en intervenciones de larga duración (rehabilitaciones completas, elevaciones de seno maxilar, regeneración ósea) se puede recurrir de manera puntual a la sedación endovenosa realizada por un médico anestesista en la clínica dental.
¿Cuánto tiempo dura el tratamiento, de principio a fin?
Las prótesis pueden colocarse de los tres a seis meses posteriores a la colocación del implante.
¿Qué prótesis se pueden colocar sobre los implantes?
Existen dos tipos:
La prótesis fijas en metal-porcelana o en zirconio, que es la que ofrece el mayor nivel de estética, comodidad y función, y la prótesis removible (de quitar y poner), realizada en resina y que supone una opción más económica al ser un tratamiento menos sofisticado (pero que necesita mayor mantenimiento).
El odontólogo tomará registros de mordida que posteriormente enviará al laboratorio donde el protésico preparará esas impresiones en yeso, para luego darle forma en una prótesis fija con cera.
Estas prótesis de cera se colocan en revestimientos especiales resistentes a altas temperaturas, y se procede al colado en metal con distintas aleaciones.
Ya por último, se montará la cerámica sobre estas estructuras metálicas, salvo que se opte por la opción de coronas y puentes hechos en porcelana pura, sin metal, o sobre una base de un material blanco llamado alúmina o zirconio.
¿Y si el paciente tiene poca masa ósea en la zona a rehabilitar?
Hoy en día disponemos de técnicas avanzadas para realizar cirugías en casos extremos como este.
Se puede recurrir a elevaciones de seno maxilar e injertos que pueden ser autólogos (propios del paciente) o de otros tipos, con un porcentaje de éxitos elevadísimo. Afortunadamente son rarísimos los casos en los que un paciente que desea ser rehabilitado no puede serlo. El campo de la regeneración ósea es sin lugar a dudas uno de los principales avances en la Implantología de los últimos años.
¿Se pueden colocar implantes y dientes el mismo día?
Por lo general, no es recomendable salvo en algunos casos muy concretos.
Aun así, la calidad de la prótesis que se puede ofrecer en estos casos está muy condicionada por el factor tiempo.
En estos casos nosotros ofrecemos dientes provisionales en resina que luego serán sustituidos por los definitivos en cerámica de máxima estética. Los tratamientos en cerámica no pueden realizarse en el mismo día, solamente es posible hacer prótesis de resina prediseñada, y por lo tanto, no personalizada.
¿Zirconio o Titanio? ¿Cuál es mejor?
El zirconio es un excelente material en el campo dental, tiene una máxima biocompatibilidad (la misma que el titanio) y permite realizar prótesis de una estética insuperable. Sin embargo, su uso en odontología es reciente y muy minoritario. Se puede decir que, como implante, es decir dentro del hueso, no aporta ninguna ventaja añadida con respecto al titanio. Es una opción del profesional.
Blanqueamientos Dentales
Un blanqueamiento dental no consiste en un “blanqueamiento” del diente propiamente dicho, pese a lo que se pueda suponer, sino en un aclaramiento, ya que no se altera el color propio del diente.
El color de un diente viene determinado, desde que nacemos, por la tonalidad del núcleo del diente (dentina) y por la transparencia y capacidad de refracción de la luz por el esmalte. El color del núcleo no se altera. No obstante, con el tiempo el esmalte exterior sí que se va tiñendo a base de sustancias colorantes como pueden ser el tabaco, los pintalabios, el café, el té, el tomate, pigmentos químicos, bebidas de cola, uso de determinados medicamentos, etc.
En consecuencia, el blanqueamiento dental consiste en eliminar del esmalte todas aquellas partículas que alteran su color original, mediante el uso de sustancias químicas.

¿Tiene algún riesgo?
La American Dental Asociation (ADA), tras un riguroso seguimiento de varios años, señalaba que no existen efectos perjudiciales ni para los dientes ni para la salud por el uso, incluso prolongado, de estos geles blanqueadores.
Según los expertos, la única desventaja que puede presentarse es sensibilidad en las encías durante los primeros días.
¿Qué tipos de blanqueadores existen?
Básicamente los blanqueadores utilizados son 2: el peróxido de hidrógeno y el peróxido de carbamida, ambos en concentración variable.
El peróxido de hidrógeno es más potente y eficaz, pero resulta a veces en un exceso de sensibilidad en los dientes tras el tratamiento.
El primero de ellos suele emplearse a concentraciones entre 35% y 38% para realizar blanqueamientos de 1 ó 2 sesiones en la clínica dental.
Al ser un agente tan potente, el tratamiento ha de llevarse a cabo en la clínica para controlar su efecto y evitar riesgos; el segundo se emplea a concentraciones entre un 2% y un 10% para un tratamiento ambulatorio (en casa).
El tratamiento en la clínica es eficaz a priori, pero su efecto es poco duradero, ya que la primera sensación de aclaramiento se produce debido a una deshidratación del diente. A los pocos días, el diente se vuelve a hidratar y recupera casi por completo su estado original.
Por el contrario, el tratamiento ambulatorio consigue el efecto más paulatinamente, sin embargo, su acción puede prolongarse en el tiempo durante años.
Lo más efectivo es combinar ambos tratamientos y aplicar dosis de refuerzo cada 2 o 3 años para mantener el resultado.
¿Funciona? ¿Vale para todo el mundo?
La eficacia del tratamiento es proporcional al grado de tinción de los dientes que han sido oscurecidos a lo largo de los años por sustancias colorantes.
El tratamiento resulta menos eficaz, e incluso inútil, en dientes oscurecidos por alteraciones intrínsecas, como ingesta de tetraciclinas durante la infancia, hipoplásias congénitas de esmalte, etc.
¿Cuánto dura? ¿Tengo que hacer algún tipo de mantenimiento?
La duración depende en gran medida del tipo de alimentación que siga el paciente tras el tratamiento. Así, en una persona fumadora, que bebe vino y toma café regularmente, el efecto del blanqueamiento se perderá con más rapidez.
De acuerdo con la Asociación Dental Americana (ADA), al cabo de 5 años, sólo un 20 por ciento de los casos estudiados habían perdido ligeramente la tonalidad conseguida.
No obstante, los primeros días tras el tratamiento, hay que seguir una “dieta blanca”, que consiste en tomar alimentos sin colorantes, como leche, yogures naturales, arroz, pasta, pescado… y eliminar radicalmente todos los que “tiñen” (café, bebidas de cola, remolacha, chocolate, tomate, zanahoria…).
Carillas
Cuando hablamos de carillas, nos referimos a unas finas láminas de porcelana, de aproximadamente 0,3-1 mm. de espesor, que se colocan cubriendo toda la superficie anterior de los dientes. Se unen fuertemente al diente por medio de un adhesivo especial. La unión es tan fuerte que una vez colocadas no se pueden retirar a menos que se rompa la carilla.
Se emplean sobre todo para enmascarar anomalías del color de los dientes que no pueden tratarse mediante el blanqueamiento convencional. También se emplean para disimular alteraciones en el tamaño o forma dentales, confiriendo al diente un aspecto más ideal.
Sus principales ventajas son su poder de adhesión, resistencia a la abrasión y gran sensación estética. Prácticamente no hay que reducir el diente para colocarlas. Una vez cementadas, el paciente puede comer con normalidad.
Muchas personalidades de la vida pública y medios de comunicación hacen uso de esta técnica para conseguir una sonrisa atractiva.

¿Qué tipos de Carillas existen?
Las de Porcelana: Sus principales ventajas son su poder de adhesión, resistencia a la abrasión y gran sensación estética. No se desgastan con el tiempo, no pierden el brillo y mantienen intacto su color. Una vez cementadas, el paciente puede comer con normalidad.
Es la más usada por muchas personalidades de la vida pública y medios de comunicación para conseguir una sonrisa atractiva. Su principal inconveniente es que en ocasiones hace falta reducir ligeramente el esmalte. Además, son más caras y requieren al menos 2 sesiones.
Y las de Composite: Se realizan con el material con el que se hacen los empastes. Con el paso del tiempo se deterioran, pierden el brillo y se oscurecen. Tienen la ventaja de ser más económicas y conservar íntegro el esmalte. Además, se realizan en una sola sesión.
¿Cómo se realizan?
De una manera de lo más sencilla: El diente o los dientes que vayan a recibir una carilla se rebajan levemente en su parte frontal, del orden de 0,3-0,5 mm.
Tras la preparación se toma una medida muy precisa con silicona, la cual se mandará al laboratorio, donde técnicos especializados confeccionarán la carilla mediante un moderno sistema de inyección o colado de la porcelana.
Terminada la carilla, se realiza la prueba de adaptación, y si ésta es válida se procede a colocar la carilla con un adhesivo especial. El proceso en su totalidad dura unos pocos días.
¿Quién es apto para llevarlas?
No todos los pacientes son subsidiarios de un tratamiento con carillas de porcelana. Los casos de apiñamientos severos o defectos en la relación de las arcadas dentales pueden contraindicar este tratamiento.
Tampoco es recomendable en pacientes bruxistas (“rechinan” los dientes).
En cualquier caso siempre es el Odontólogo quien tiene que determinar por medio de un examen clínico si el paciente podrá o no hacer uso de las carillas. No obstante, siempre queda la alternativa de las coronas completas de porcelana.
¿Tiene algún riesgo?
Lo cierto es que casi no presenta inconvenientes, salvo los propios de la técnica de preparación y colocación, los cuales conciernen al Odontólogo.
Si la carilla no logra adaptarse correctamente, sencillamente se vuelve a hacer otra nueva.
Una vez colocadas, el paciente se olvida de que las lleva y puede comer y hablar con normalidad, tratando de evitar siempre el morder cosas excesivamente duras con los dientes tratados.
¿Cuánto duran?
Depende de los hábitos del paciente, pero por lo general su duración media ronda los 12 años. En ocasiones, cuando el paciente sufre un impacto fuerte en la boca o muerde algo duro, alguna carilla puede fracturarse o descementarse.
En caso de descementación, si la carilla está intacta, se vuelve a adherir. Si se ha roto, sencillamente se vuelve a hacer otra en pocos días. Mientras se confecciona la nueva carilla, se coloca otra carilla provisional de composite.
Bruxismo
El bruxismo es un hábito que incita a apretar o rechinar los dientes para descargar tensión de forma inconsciente, incluso mientras dormimos.
Si al despertarse nota cierto dolor en los músculos faciales o ligeras molestias en la cabeza y en el cuello puede que padezca bruxismo.
Se trata de un hábito inconsciente, que es difícil de controlar sin ayuda. Puede provocar daños importantes en nuestra dentadura: desgastes, dolor dental, destrucción del hueso, problemas de la articulación temporomandibular (artrosis), fracturas del esmalte, fisuras verticales y pérdida de piezas dentales.
La articulación temporomandibular es la articulación que une la mandíbula con el cráneo.
El problema se manifiesta con la aparición de chasquidos, dolor y, a veces, el bloqueo de la mandíbula.

¿Cómo detectarlo?
Acudiendo al dentista que examinará su articulación temporomandibular, el estado de sus músculos faciales y de las piezas dentales.
¿Cuáles son las causas?
El bruxismo está casi siempre ligado con situaciones de estrés, ansiedad, nervios o pequeñas frustraciones cotidianas.
Esta alteración funcional conlleva toda una serie de consecuencias, como el desgaste de los dientes anteriores y de las muelas.
Debido a este desgaste hay pacientes que relatan que al despertarse por la mañana sienten una sensación de arena en la boca; son sus propios dientes desgastados.
¿Cuáles son las causas?
Se debe evitar el hábito de masticar chicle, pues empeora la situación. Se puede aliviar con el uso de una férula relajante para dormir, que es un aparato removible de acrílico, que el dentista diseña a medida de los dientes superiores y se ajusta a una posición articular fisiológica.
Los dientes opuestos golpean en el plástico creando una mordida muy confortable y atraumática. De este modo los dientes quedan fijos y protegidos del roce de unos contra otros.
¿Qué problemas lleva asociados?
- Todas las alteraciones en la estructura de diente, como la pérdida de capas de esmalte hacen que los elementos dentales sean más sensibles a los cambios de temperatura, ácidos, etc…
- Hace que nuestros dientes sean más propensos a tener caries.
- Crea zonas retentivas donde se quedan los restos de comida.
- Posible pérdida del nervio por desgaste de la superficie dental.
- Contracturas y dolores musculares de cabeza y cuello, alteraciones en la articulación temporomandibular (la que se encarga de unir nuestra mandíbula con el cráneo).
- Favorece la aparición de la piorrea o periodontitis.
¿Tiene algún riesgo?
Lo cierto es que casi no presenta inconvenientes, salvo los propios de la técnica de preparación y colocación, los cuales conciernen al Odontólogo.
Si la carilla no logra adaptarse correctamente, sencillamente se vuelve a hacer otra nueva.
Una vez colocadas, el paciente se olvida de que las lleva y puede comer y hablar con normalidad, tratando de evitar siempre el morder cosas excesivamente duras con los dientes tratados.
Periodontitis
Las enfermedades periodontales son un conjunto de enfermedades que afectan a los tejidos (periodonto) que rodean y sujetan a los dientes en los maxilares.
Son enfermedades de naturaleza inflamatoria y de causa infecciosa (causadas por bacterias) que dependiendo de su grado de afectación las denominamos gingivitis, cuando el proceso inflamatorio solamente afecta al periodonto superficial (la encía) y no están afectados los tejidos que sujetan el diente.
Cuando el proceso inflamatorio afecta a los tejidos periodontales profundos, se produce destrucción del hueso y ligamento periodontal que son los tejidos que soportan y sujetan los dientes.
A este grado de afectación lo denominamos periodontitis. Existen varias fases de la periodontitis desde las fases iniciales a las más avanzadas.
Si la periodontitis no se trata evoluciona destruyendo todo el soporte del diente y con ello el alojamiento y perdida del mismo.
Por tal motivo es importante detectar la periodontitis y tratarla en sus estadios más iniciales.

¿Cómo detectarlo?
Acudiendo al dentista que examinará su articulación temporomandibular, el estado de sus músculos faciales y de las piezas dentales.
¿Cuáles son las causas?
Se debe a unas bacterias que todos tenemos en la boca, alrededor de los dientes, y que si no eliminamos correctamente, ganan acceso al espacio entre el diente y la encía y pueden colonizar este espacio creciendo en número y provocando la reacción inflamatoria y destructiva que define a estas enfermedades.
Las bacterias por si mismas no son capaces de provocar las consecuencias de estas enfermedades, sino que necesitan de un individuo susceptible (predisposición genética ) y un medio ambiente adecuado ( factores como tabaco y estrés son factores de riesgo muy importantes en la colonización de estas bacterias ).
¿Son muy frecuentes?
La gingivitis es una de las enfermedades más frecuentes del ser humano, siendo muy frecuente en todas las edades (en jóvenes 75% de 20 a 25 años).
Una parte de las gingivitis, aún en ausencia de tratamiento, no progresan a la destrucción de los tejidos periodontales de soporte dentario (periodontitis).
La periodontitis es muy rara en jóvenes y adolescentes ( aproximadamente 1 caso/10.000). Sin embargo, su frecuencia aumenta con la edad. La periodontitis afecta aproximadamente a 80% de la población adulta con más de 35 años.
Por lo tanto, es una enfermedad relativamente frecuente en adultos y su frecuencia aumenta claramente con la edad.
¿Cómo puedo prevenirla?
Hilo Dental: Use el hilo dental para remover los gérmenes y partículas de comida entre los dientes. Enjuague.
Forma de sostener el hilo dental. Para quitar la placa entre los dientes superiores use el hilo moviéndolo de arriba a abajo.
Para quitar la placa entre los dientes inferiores use el hilo moviéndolo de abajo a arriba.
Cepillo de Dientes: Use cualquier método de cepillar los dientes que le sea más cómodo, pero no los frote con fuerza de un lado a otro. Pequeños movimientos circulares y movimientos cortos de un a otro lado es lo mejor. Enjuague.
Para prevenir las caries, lo que se pone en el cepillo es lo importante. Use una pasta dental con fluoruro. El fluoruro protege los dientes contra las caries.
¿Desde que aparece hasta que se cae el diente... pasa mucho tiempo?
Depende, unos pacientes evolucionan rápido y otros lentamente. Los de evolución rápida acostumbran a ser jóvenes y pueden perder sus dientes en 5 años.
En otros casos la evolución puede ser más lenta, pero si no se tratan adecuadamente puede llegar a perder también sus dientes.
¿Puede afectar al estado general del paciente?
Si el paciente está en buen estado de salud, normalmente no se afecta su estado general, por ser una infección localizada exclusivamente en la boca.
Sin embargo, puede afectar muy negativamente en casos de pacientes con enfermedades sistémicas crónicas tales como diabetes, enfermedades cardíacas, circulatorias, etc.
Igualmente, está demostrada una clara asociación entre periodontitis y riesgo de infarto de miocardio y riesgo de niños prematuros y de bajo peso en mujeres embarazadas. Estas infecciones también pueden representar un grave riesgo a pacientes inmunodeprimidos (pacientes con defensas bajas, tal como ocurre en pacientes en tratamiento de cáncer, pacientes con SIDA, etc.).
¿Existe una solución?
En los estados iniciales puede corregirse. Pero tiende a ser un cuadro crónico. Esto quiere decir que cuando el estado de la enfermedad es avanzado y se ha perdido mucho soporte óseo, lo más que se puede hacer es detener la progresión de la enfermedad para que no vaya a más.
El hueso perdido es difícil de recuperar. No obstante, existen técnicas regenerativas que a veces dan muy buen resultado. Es el dentista quien tiene que valorar si el paciente es susceptible de este tipo de tratamiento.
El tratamiento básico consiste en eliminar la infección existente limpiando a fondo toda la boca, bajo anestesia local. Si el estado es muy avanzado o se requiere regeneración, se precisa una pequeña intervención quirúrgica, también con anestesia local.
El paciente debe ser consciente de su problema y asumir que, tras el tratamiento inicial, al menos una vez al año debe acudir al dentista a realizarse limpiezas de mantenimiento, durante el resto de su vida. La higiene oral es fundamental para tratar este tipo de problemas. Sólo de este modo se consigue una terapia eficaz.
El tratamiento básico consiste en la limpieza exhaustiva de las encías por medio de un aparato de ultrasonidos, curetas (instrumentos de barrido) y pulidores.
Todo esto va encaminado a eliminar toda la placa bacteriana causante del problema. El paciente es capaz de limpiarse la parte de los dientes expuesta en la boca, pero no puede acceder a la parte de diente que se encuentra por debajo de la encía. Esta tarea es la que va a realizar el odontólogo, de modo que, tras la limpieza, la inflación decrece y la encía vuelve a adherirse al diente formando una barrera para que no pasen las bacterias. El tratamiento básico se realiza por partes. La boca se divide en 4 cuadrantes, cada uno de los cuales se trata en diferentes sesiones. Cada sesión de limpieza se realiza bajo anestesia local, de modo que no duele. Su duración es de unos 45-60 min. Al finalizar la sesión y remitir el efecto anestésico, el paciente refiere muy pocas molestias, y en 3 ó 4 días el estado de las encías mejora asombrosamente. A partir de este momento será el paciente quien deba mantener la salud de sus encías y acudir a revisiones periódicas cada 4 o 6 meses.
El tratamiento regenerativo,en casos graves, cuando la afectación es muy acusada y se ha prolongado en el tiempo, el paciente ha experimentado una pérdida considerable de hueso. En estos casos, antes de cualquier tratamiento restaurador, es preciso reponer en la medida de lo posible las estructuras perdidas. Para ello se hace uso de diversos biomateriales: membranas, amelogenina, hueso, etc. Todo ello se combina de manera eficaz para restituir la anatomía perdida.
Endodoncia
La endodoncia es un tratamiento consistente en eliminar el tejido pulpar de la pieza dental y sustituirlo por un relleno inorgánico para garantizar la hermeticidad interna de la pieza.

Razones por las que se hace una endodoncia
-
- Limpiar el sistema de conductos radiculares: Bacterias, tejido necrótico, etc. con el fin de dejar el conducto lo más aséptico posible. Nunca se conseguirá que sea totalmente estéril ya que tratamos solamente el conducto principal de cada raíz y no los numerosos conductos accesorios.
- Una correcta obturación con forma y tamaño adecuados: Se da forma cónica de la corona al ápice del diente. Se crea un tope oclusal para que se quede justo a la longitud de trabajo, esto es que el relleno esté ajustado a la longitud de la raíz y, por último, habrá que respetar la morfología original del conducto.
- Conseguir el sellado apical y del resto del conducto: Aislándolo del resto del organismo.
- Conseguir un cierre biológico: los cementoblastos del muñón periodontal van a producir cemento que cierra el ápice, consiguiendo el éxito de la endodoncia.
¿Cómo detecto la necesidad de hacerme una endodoncia?
La pulpa contiene vasos sanguíneos y nervios. Y puede infectarse por una caries profunda o por una enfermedad periodontal. Hay que estar alerta cuando una pieza dental comienza a cambiar de color o hay dolor al comer.
También puede ser una señal de alarma sentir molestias al tomar una bebida fría o alguna infusión muy caliente. Su Odontólogo podrá en la mayoría de las veces, salvar el diente dañado.
¿Cómo se realiza una endodoncia?
Fases de una endodoncia:
- Diagnóstico
- Anestesia
- Apertura
- Aislamiento
- Conductometría
- Instrumentación
- Obturación
- Control
Luego de anestesiar el diente enfermo, se realiza una pequeña apertura para dejar expuesto el canal radicular y la pulpa enferma.
Se remueve el tejido y se ensancha el canal radicular con instrumentos adecuados. se realizan irrigaciones para eliminar la infección.
Por último, se sella y obtura todo el canal radicular.
Aquí queda concluido el tratamiento de endodoncia, pero el diente necesita ser restaurado en cuanto a su función y apariencia; puede requerir de una obturación estética, reconstrucción o corona (sobre todo en molares).
Caries
La caries es una enfermedad destructiva de las estructuras del diente y es también una de las enfermedades más frecuentes de la especie humana.
En su aparición influyen tres factores de riesgo:
- Los azúcares de la dieta.
- Las bacterias de la boca.
- La existencia de dientes susceptibles o predispuestos
Además, se necesita la colaboración de un cuarto factor, el tiempo, que es indispensable para que los otros factores actúen.

¿A qué edad es más frecuente?
Al ser el tiempo un factor determinante, cuanta más edad tenga un niño, más probabilidades tendrá de presentar caries.
No obstante, en la dentición temporal o de leche, puede desarrollarse un tipo de caries particularmente extensa, que afecta prácticamente a todos los incisivos (o paletos) y que suele presentarse en niños alimentados durante largo tiempo con biberón o bien por el uso de chupetes mojados en miel o azúcar.
¿Cómo se diagnostica?
Inicialmente, la lesión se manifiesta como un cambio de color (oscuro o blanquecino) en el esmalte del diente. Cuando la lesión progresa, aparece pérdida de sustancia y socavación del esmalte, lo cual da un aspecto de mancha grisácea. Finalmente, el esmalte se rompe y la lesión se hace fácilmente detectable.
Cuando la caries afecta sólo al esmalte, no produce dolor. Si la lesión avanza y llega al tejido interior del diente, es cuando aparece el dolor, que a veces es intenso y se desencadena al tomar bebidas frías o calientes.
A medida que la infección progresa, se produce el paso a los tejidos blandos que rodean el diente, apareciendo el flemón que buscará salida hacia el exterior a través de la encía.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento debe ser aplicado por el odontólogo o el estomatólogo y se basa en tres puntos básicos:
- El control de la infección.
- La remineralización de los tejidos.
- El tratamiento de las complicaciones.
¿Cuál es la mejor manera de administrar flúor contra la caries?
El flúor se administra de dos formas:
Vía general:
Por fluoración del agua de consumo. Es el método más eficaz, barato e inocuo. Produce una disminución de la incidencia de caries de hasta el 50%. Es lo que recomienda la OMS.
O por Suplementación individual. Es segundo mejor método, después de la fluoración del agua de consumo. Las dosis que se deben emplear dependen del flúor del agua potable y de la edad de cada niño. Los suplementos se recomiendan desde los 0-6 meses de edad hasta los 13-16 años.
Vía local: el flúor local o tópico es compatible con suplementos fluorados a partir de los 5-6 años de edad.
¿Cómo podemos prevenirla?
Hemos visto cómo en el desarrollo de la caries influyen varios factores. Algunos de ellos no se pueden modificar (como la susceptibilidad individual), pero sobre otros sí se puede actuar. El mejor tratamiento siempre será una buena prevención.
- Medidas dietéticas. Tienen como misión disminuir la materia prima (azúcares) sobre la que actúan las bacterias. Las medidas a aplicar incluyen:
- Disminuir la frecuencia de exposición a azúcares, en lugar de reducir la cantidad total de los mismos.
- -Evitar alimentos que se peguen a los dientes (chicles, caramelos blandos, etc.), por su permanencia prolongada en las superficies masticatorias.
- -Evitar el uso de sacarosa. Utilizar, en su lugar, xilitol y sorbitol que desarrollan una flora bacteriana con menor capacidad de producir caries.
- -En los lactantes, evitar el contacto prolongado de los dientes con la tetina de los biberones (no más de 15-20 minutos por toma). Evitar biberones nocturnos o en la siesta.
- -No endulzar chupetes con miel o con azúcar y no ofrecer zumos de frutas en biberón.
- -Promover la ingesta de alimentos ricos en fibra (manzana, zanahorias, etc.).
- -Higiene dental. Los padres han de asumir la responsabilidad de la higiene bucal hasta que el niño adquiera suficiente destreza.
- -Se emplearán dos técnicas:
- -Cepillado dental. Debe iniciarse tan pronto como aparezcan los primeros dientes. Se utilizará un cepillo dental apropiado para niños y se seguirá una técnica correcta. No es recomendable emplear pasta dental fluorada en menores de 5-6 años, por la tendencia a tragarla que tienen los niños a esas edades.
- -Hilo dental. Es útil para eliminar la placa interdental.
- -Fluoración. Es la medida más eficaz en la lucha contra la caries. El flúor se almacena en los dientes desde antes de su erupción y aumenta la resistencia del esmalte, remineraliza las lesiones incipientes y contrarresta la acción de los microorganismos responsables de la caries.
Odontopediatría
La odontopediatría es la rama de la odontología encargada de tratar a los niños, en la que el odontopediatra es el encargado de explorar, tratar y detectar posibles anomalías en la posición de los maxilares o dientes para remitir al ortodoncista, especialista en ortodoncia, y de hacer un tratamiento restaurador en caso de necesitarlo.
El tratamiento restaurador principalmente se compone de tratar los traumatismos, usar selladores (que consiste en obturar levemente los surcos y fisuras de las piezas dentales sin apenas quitar material dental para evitar posibles caries), y en tratar las caries producidas y sus consecuencias.

¿Qué diferencia la Odontopediatría de la Odontología general?
La principal diferencia en el tratamiento de caries es la presencia de los dientes temporales o de leche en los niños, lo cual hace que el tratamiento cambie, de forma que las lesiones ocurridas en la dentición temporal se tratarán de una manera menos conservadora y más agresiva que las ocurridas en los dientes permanentes, para evitar que, en el peor de los casos, se pudiera dar un tratamiento insuficiente a un diente temporal que luego repercutiría en su sucesor el diente permanente.
Ortodoncia
La Ortodoncia es una rama de la Odontología, que se especializa en el diagnóstico, prevención, y tratamiento de las irregularidades dentofaciales o mal oclusión (mala mordida).
Persigue la perfecta colocación de los dientes, con sus beneficios estéticos y de salud, así como la normal coordinación de los maxilares, consiguiendo una armonía facial.
Dientes sanos que funcionan bien, y una sonrisa equilibrada que agrada al que la contempla, repercuten en la autoestima del paciente, y en su aceptación social.

¿Para qué se emplea?
Para corregir una mala correspondencia entre la arcada dentaria inferior con la superior y / o un anómalo alineamiento de los dientes.
Los casos más frecuentes que necesitan de tratamiento de Ortodoncia son:
- Dientes apiñados o superpuestos
- Sobremordidas o submordidas
- Mordida abierta (cierran dientes posteriores, pero no los anteriores)
- Mucho o poco espacio entre dientes
- Dientes de más o ausentes
Es una técnica que cada vez se utiliza más, dado el actual interés por la promoción de la salud de nuestros hijos, y cada vez es solicitada a edades más tempranas.
¿Son tratamientos dolorosos?
Las fuerzas aplicadas para mover los dientes son muy suaves, por lo que pasados los primeros días no notará nada en especial.
¿Podré llevar una vida normal?
Si totalmente. Los aparatos de Ortodoncia no interferirán en sus actividades habituales.
Se deben seguir algunas recomendaciones a la hora de comer o de cepillarse los dientes.
No cambiarán su forma de hablar, pudiendo mantener su actividad profesional y sus relaciones sociales sin interferencia alguna.
¿Sus resultados son estables?
Todos los tratamientos requieren de un mantenimiento adecuado.
Con ayuda de retenedores linguales fijos o retenedores removibles, los resultados obtenidos podrán ser estables, siendo una inversión para toda la vida.
¿A qué edad puede empezarse un tratamiento?
Es difícil establecer a que edad un niño necesita tratamiento de Ortodoncia.
Si tenemos en cuenta que los niños entre 7 y 12 años están en periodo de cambiar dientes (exfoliar diente temporal o de leche para la llegada del permanente o definitivo), es recomendable una evaluación clínica y radiográfica alrededor de los 7 años para comenzar a observar y controlar el correcto crecimiento dentofacial durante este período.
En ocasiones, cuando existen problemas evidentes puede ser recomendable visitar a los niños antes de los 7 años para poder realizar un tratamiento precoz
Así pues, en algunos pacientes intervendremos pronto -tratamiento precoz – obteniéndose a menudo resultados inalcanzables sólo con Ortodoncia una vez terminado el crecimiento esquelético, mientras que en otros, aunque el problema sea manifiesto, recomendaremos esperar revisando periódicamente a los niños mientras erupcionan los dientes y se desarrollan los huesos de la cara.
En adultos se puede iniciar el tratamiento a cualquier edad.
¿Qué medios se utilizan?
- Ortopédicos: son elementos que actúan modificando el patrón de crecimiento de los huesos. Entre ellos contamos con las máscaras faciales y las mentoneras.
- Funcionales: estos dispositivos modifican las fuerzas que actúan sobre los dientes desde los tejidos peridentarios (la lengua, los labios, etc.). Son útiles con esta finalidad los expansores del paladar y la rejilla lingual.
- Ortodóncicos: son medios que modifican la posición de los dientes en las arcadas dentarias. Se usan los “brackets” (son pequeños soportes cuadrangulares coordinados por un arco de alambre), a los que se le puede añadir cualquier otro artilugio (muelle, ligadura elástica, etc.).
- En esta categoría tenemos 3 tipos de Ortodoncia:
– Convencional
– Estética
– Invisible
¿Cuáles son las causas que motivan estas alteraciones?
Pueden ser causadas por:
- Malos hábitos (chuparse el dedo, deglución con interposición de la lengua, etc.).
- Respiración bucal (por hipertrofia de adenoides -vegetaciones-, etc.).
- Erupción dentaria ectópica (un diente situado en un lugar diferente al suyo natural).
- Agenesia dentaria (es la falta de uno o varios dientes).
- Diente supernumerario (mayor número de dientes de lo habitual).
- Displasias esqueléticas cráneo-faciales (son alteraciones congénitas de los huesos de la cara y la cabeza).
- Problemas de espacio (ocurre cuando el hueso maxilar es aún infantil y los dientes son definitivos, que son de mayor tamaño y están en mayor número).
¿En quiénes se emplea? ¿Es posible en adultos?
Se emplea en niños y adolescentes porque están en pleno crecimiento del esqueleto y con recambio dentario, pudiéndose por ello actuar sobre ambas estructuras.
Una vez terminado el crecimiento, sólo se puede actuar sobre los dientes. En las mujeres se considera el fin del crecimiento cráneofacial a los quince años y en los varones a los diecinueve años.
Aunque se puede emplear a cualquier edad, la ortodoncia es capaz de corregir la mala posición de los dientes para conseguir una boca saludable. Una bonita sonrisa ilumina el rostro y los hace más atractivo.
El hueso de los maxilares, aunque sea muy duro, es también muy flexible. El proceso biológico implicado en el movimiento dental es el mismo a cualquier edad, por lo que los dientes pueden moverse tanto a los 20 como a los 60 años.
No se trata únicamente de coquetería, también es cuestión de salud. Una malposición de los dientes puede favorecer la aparición de otros problemas como caries, enfermedad periodontal (encías) o problemas articulares.
La espectacular mejoría estética de los aparatos fijos de Ortodoncia (brackets) permite que hoy en día, los adultos de cualquier edad, descontentos con la apariencia y/o el funcionamiento de su boca (dientes amontonados, espacios entre los dientes, dientes salidos, etc.) dejen de sentirse limitados y acepten con normalidad la Ortodoncia. Los brackets de cerámica, parecidos al esmalte de los dientes y sin metal visible, pasan casi desapercibidos para las demás personas, y satisfacen a la mayoría de los adultos.
¿Cuáles son las consecuencias si no se recibiera el tratamiento?
Es difícil valorar exactamente los problemas a futuro, pero normalmente las alteraciones que tenga seguramente se agravarán con el paso del tiempo, especialmente en un niño o adolescente, no debemos olvidar que está en desarrollo y crecerán también los problemas dento-faciales.
Es conveniente tratarlo por dos aspectos fundamentales:
- Si se detecta y trata a tiempo la anomalía, será tratada más fácilmente, reduciendo molestias, tiempo y coste.
- Podríamos evitar un tratamiento óseo más complejo (maxilofacial), evitando posibles anomalías en los huesos, que se verían reflejadas en el aspecto de la cara.
Estética Dental
La Estética Dental cubre todo aquello que tenga que ver con la belleza, la estética, o el embellecimiento de sus dientes, en sus muy distintas formas y posibilidades.
La sonrisa es uno de los factores estéticos más importantes, inherentes a la persona. Una sonrisa bonita y atractiva ofrece una imagen positiva y estimula al individuo a sonreír con tranquilidad y naturalidad. Además, una boca ordenada, sana y armónica ofrece seguridad en uno mismo.

¿Cuales son las indicaciones y contraindicaciones de las coronas o carillas?
Indicaciones:
Se emplean cuando se ha perdido una gran cantidad de tejido dentario, por ejemplo tras una gran caries o un traumatismo, ya que la retención de una carilla o un empaste resultaría muy difícil debido a la gran pérdida de tejido dentario.
También se emplean en casos de dientes endodonciados, para dar consistencia a todo el diente y evitar posibles fracturas, ya que los dientes endodonciados se debilitan con el paso del tiempo.
Contraindicaciones:
Prácticamente cualquier paciente puede llevar coronas, a excepción de aquellos que:
– Presenten problemas de encías en estado avanzado
– Que el diente tenga algún problema que limite su conservación en la boca
– Tengan excesiva movilidad dental.
¿Qué ventajas y desventajas tienen las carillas de Composite?
Esta técnica es conservadora porque la preparación es mínima, se emplea para casos clínicos que presentan alteraciones en la superficie vestibular del elemento dentario, resolviéndose con un sistema de resinas compuestas fotopolimerizables de forma directa, en una sola sesión y directamente en clínica, no precisando fase de laboratorio por lo que el coste es menor.
La principal duda que se nos plantea, es su duración, ya que, la resina compuesta es susceptible de decoloración, lo que disminuye el resultado estético a largo plazo.
Se deben realizar controles periódicos clínicos-radiográficos y se recomienda un pulido anual de mantenimiento.
Indicaciones de la carillas de composite:
– Fractura diente, adyacente composite
– Alteración de color, el cual no responde a las técnicas de blanqueamiento
– Alteraciones de la forma: laterales conoides, hipoplasias…
– Dientes con múltiples restauraciones.
– Transformaciones de laterales en centrales…
– Alineamiento
– Grandes abrasiones, erosiones…
– Cierre de diastemas (espacio entre los dientes)
– Provisionales
– Pacientes jóvenes
– Mock-up (sin grabar)
Contraindicaciones de las carillas composite:
– Dientes muy oscuros
– Hábitos parafuncionales
– Dientes excesivamente rotados
– Dientes con poco esmalte
Ventajas de las carillas de composite:
– Tratamiento normalmente rápido, seguro y eficaz
– Modificas color, tamaño y posición en una sola cita
– Tratamiento reversible
– No necesitas del laboratorio, menor coste
– Técnica más conservadora, preparación mínima o inexistente
– No son necesarias impresiones
Desventajas de las carillas de composite:
– Menor resistencia que el esmalte
– Son vulnerables a la degradación y al cambio de color
– Exige habilidad técnica y capacidad artística para reproducir el contorno, la forma y la textura superficial
– Porosidades e irregularidades
– Poca capacidad para ocultar la superficie oscura del diente preparado
– Requieren cada cierto tiempo de un pulido.
¿Cómo son las carillas de porcelana y qué ventajas tienen?
Son unas láminas de cerámica de grosor variable que cubren la cara frontal del diente, cuya finalidad es casi siempre estética. Las carillas se fijan con un adhesivo sobre la superficie tallada. Precisan de fase de laboratorio. Con ellas podemos modificar la forma del diente, ligeras malposiciones, y el color. Es un tratamiento irreversible.
Las ventajas de las carillas de porcelana son:
– Estética
– Durabilidad
– Tolerancia gingival
– Dureza parecida a la del esmalte
– Estabilidad del color
Y las desventajas de las carillas de porcelana son:
– Mayor reducción dentaria
– Fragilidad
– Coste
¿Y qué pasa con las fundas de Zirconio?
El principal beneficio es puramente estético, puesto que la ausencia de aleaciones de metal en las piezas permite obtener una mayor naturalidad respecto a las prótesis tradicionales.
El Zirconio como base para estructuras de cerámica cumple perfectamente todos los requisitos, material biocompatible, de alta resistencia y de resultados estéticos admirables, se ha convertido en la técnica de elección para la realización de prótesis fijas de cerámica.
El color de los dientes viene marcado por factores genéticos, pero el transcurso del tiempo y otros factores tanto intrínsecos como extrínsecos pueden variar su tonalidad, actualmente disponemos de técnicas cosméticas que nos permiten cambiar el color de los dientes dándoles el brillo y la blancura que nos permitirán tener una agradable y bella sonrisa.
¿Cuánto duran las carillas o coronas?
Todas las coronas están confeccionadas de un material tan resistente que a veces pueden durar incluso más de 50 años.
No obstante, debido al desgaste natural que produce la masticación, a veces pierden la forma o el brillo.
En estos casos y si el paciente lo desea, se extrae la corona y se vuelve a colocar.
Extracciones
Cuando no existe ninguna posibilidad de tratamiento conservador de un diente, es necesario recurrir a su extracción. La causa más frecuente por la que debe ser extraído un diente es la destrucción por caries, y es un segundo lugar la causante es la enfermedad periodontal (la piorrea).

¿En qué otras situaciones es necesaria una extracción?
- Dientes fracturados: Cuando se produce un traumatismo en la cara puede ocurrir que alguno de nuestros dientes sean afectados. Si esta fractura o rotura se produce en la raíz, por debajo de la encía, no es posible restaurar el diente o muela, por lo que hay que extraerla.
- Extracción de dientes sanos para realizar tratamientos de ortodoncia. Ante una mala posición de los dientes que necesiten ser alineados mediante un tratamiento ortodóncico, puede ocurrir que haya una importante falta de espacio. En estos casos la única manera de conseguir espacio suficiente para la correcta colocación de nuestros dientes es la extracción de alguna pieza dental, generalmente los primeros premolares.
- Extracción de dientes para facilitar la construcción de una prótesis. Un diente o muela en una malposición puede dificultar la colocación de una prótesis para poder rehabilitar los maxilares.
- Dientes temporales retenidos. Si los dientes deciduos o “de leche” no se recambian a su debido tiempo, pueden provocar una alteración en la posición o erupción de los dientes definitivos, por lo que deben ser extraídos.
- Dientes incluidos (no erupcionados). Los dientes incluidos son dientes que no han erupcionados durante su período normal de erupción. En estos casos debemos descartar cualquier tipo de patología y realizar una radiografía panorámica para poder determinar la causa en este retraso de la erupción. Las inclusiones más frecuentes son las de los cordales (muelas del juicio) superiores o inferiores y la de los caninos (colmillos), sobre todo en el maxilar superior.
¿Cuáles son los factores de riesgo para realizar una extracción?
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- Fumar
- Corazón o enfermedad sanguínea
- Presión arterial alta
- Alcoholismo
- Mala nutrición
- Uso de algunos medicamentos con y sin receta; informe a su doctor de cualquier medicamento o suplemento que esté usando o haya usado en el último mes
¿Cómo se realiza una extracción?
Si el diente está impactado, el dentista quitará la encía encimada y el tejido óseo para descubrir el diente. Usando fórceps, el dentista sujetará el diente y suavemente lo girará hacia atrás y delante. Esta acción libera el diente del hueso alveolar (mandibular) y rompe los ligamentos que sujetan al diente en su lugar.
El diente se retira tirando de él, y normalmente se forma un coágulo de sangre en la fosa vacía.
El dentista pone una esponja de gasa en la fosa.
Ocasionalmente el dentista colocará unos pocos puntos cerca de los bordes de la encía.
¿Es un tratamiento doloroso?
La anestesia impide el dolor durante el procedimiento, pero puede sentir algún dolor en su mandíbula una vez que la anestesia pase su efecto. Con frecuencia las extracciones son temidas por el paciente incluso más que otras intervenciones quirúrgicas no relacionadas con la boca.
El avance de las modernas técnicas de anestesia local hace que en la actualidad las extracciones puedan ser realizadas sin ningún tipo de dolor y con el menor grado de molestia para el paciente.
Por otro lado, si hay cierto grado de miedo a la intervención existen una gran variedad de fármacos que permiten que el paciente esté relajado durante el acto operatorio y no esté en tensión o con nerviosismo.
¿Y después de la extracción?
En las primeras 24 horas después de la extracción, espere algo de hinchazón y sangrado residual.
El período de curación inicial normalmente toma entre 1 y 2 semanas. Crecerá nuevo tejido de encía y hueso en el hueco.
Tener un diente flojo puede llevar a desplazar los dientes, morder de forma inadecuada o a dificultad al masticar. El dentista puede intentar restaurar el área con un implante, puente fijo o dentadura postiza.
Prótesis
Una prótesis dental, es un elemento artificial destinado a restaurar la anatomía de una o varias piezas dentarias, restaurando también la relación entre los maxilares, a la vez que devuelve la dimensión vertical, y repone tanto la dentición natural como las estructuras periodontales.
El encargado de diseñar, elaborar y fabricar estos aparatos o elementos artificiales, es el protésico dental, quien realiza su trabajo en un laboratorio dental recibiendo las indicaciones del odontólogo, que trabaja en clínica.

¿Cómo puede una prótesis mejorar mi salud?
La sola funcionalidad de la prótesis ya significa calidad de vida y por tanto salud para el paciente, pero además de esto, otro objetivo fundamental es evitar que el resto de las estructuras dentarias del aparato masticador sufran deterioros, puesto que las prótesis reparan incluso la dimensión vertical de la boca, evitando así mal posiciones articulares que tendrían efectos muy dispares.
Cuando una boca carece de la totalidad o parcialidad de las piezas dentarias, las diferentes estructuras que componen dicha cavidad oral se van adaptando a la nueva situación, lo que producirá posibles situaciones inadecuadas para la salud de los dientes o para la salud oral en general.
Las prótesis dentales tienen en cuenta las fuerzas oclusales o masticatorias, que son las presiones que se realizan durante la masticación de alimentos, para que esta presión esté repartida y equilibrada, evitando así el sufrimiento mecánico de la boca y futuros problemas desencadenados.
¿Cómo puede una prótesis mejorar mi estética?
En la sociedad actual, como en tiempos pasados, la estética se busca por necesidad y por ello, ya sea una necesidad impuesta o autoimpuesta, la estética y buena apariencia, se convertirá en otro objetivo más para las prótesis. Cuando se habla de estética en este campo, puede aparecer el error de relacionar lo mejor y más bello con lo más perfecto, dentaduras blancas, dientes alineados a la perfección y sin ningún tipo de desgaste, etc., no obstante, el objetivo protésico será conseguir una dentadura de aspecto estético, pero no tan perfecto como sí natural, teniendo en cuenta la edad del paciente, sexo del paciente, morfología facial del paciente, tamaño de la cara y la propia dentadura del paciente.
Los dientes deberán colocarse del mismo color y forma que las piezas naturales, sobre todo si el paciente conserva parcialmente su dentadura.
Estéticamente, una dentadura completa y sana es importante, sin embargo, las prótesis no se limitan a restaurar las dentaduras, sino que también restauran la dimensión vertical de la boca y el aspecto global de la cara.
A la hora de confeccionar una prótesis, deberá tenerse en cuenta la línea media (que permite saber dónde va el primer central), la línea de sonrisa (que permite establecer la longitud de los dientes), y la línea de los caninos (que permitirá determinar la amplitud del grupo anterior).
¿Qué tipos de Prótesis existen?
Dentosoportadas :
Aquellas que son soportadas por los dientes pilares, o remanentes, del paciente, que son dientes naturales que este aún conserva. Los dientes pueden conservar íntegramente su estructura, o pueden ser (en la gran mayoría de los casos) dientes previamente tallados por el odontólogo.
- Prótesis fijas: El odontólogo talla los dientes que servirán como soporte, denominados dientes pilares y situados en los extremos de cada zona edéntula (sin dientes), en los cuales irán cementadas las prótesis fijas cuidadosamente ajustadas.
Para ello en clínica, el odontólogo toma impresiones y registros de mordida que posteriormente enviará al laboratorio donde el protésico vacía, o positiva, las impresiones en yeso, y confecciona sobre los modelos resultantes las estructuras de la prótesis fija con cera. Estos encerados se incluirán en revestimientos especiales resistentes a altas temperaturas, y se procede al colado en metal con distintas aleaciones. El último paso podría ser montar la cerámica sobre las estructuras metálicas, dependiendo del tipo de prótesis fija a realizar, ya que también existe la posibilidad de realizar las coronas y puentes en porcelana pura (sin metal) o sobre una base de un material blanco llamado alúmina o zirconio.
Se realizarán varias pruebas en boca, y tras conseguir los tres objetivos esenciales de una prótesis, el odontólogo cementará en boca el resultado, sin que este pueda ser retirado por el paciente. - Coronas:
Una corona es una restauración individual para una pieza dentaria (o diente) en concreto. En ocasiones son también llamadas “fundas”, sobre todo por el paciente, que no las ve como una prótesis en sí. Esto es así, porque en realidad, las coronas se colocan sobre el diente natural del paciente, que habrá sido previamente tallado, y como si de una funda se tratara. Como en toda prótesis fija, los dientes se realizan artesanalmente, personificados para cada paciente y ciñéndose a las necesidades de su anatomía dentobucal.
Mucosoportadas:
Aquellas que se soportan sobre el proceso alveolar, en contacto con la encía que es un tejido fibromucoso. Las prótesis completamente mucosoportadas son las típicas “dentaduras postizas”.
- Las prótesis removibles de resina, agrupan aquellas que son realizadas con resina acrílica (u otros plásticos), y que pueden ser colocadas y extraídas por el paciente. La elaboración de estas prótesis dentales ha de atender tanto a criterios funcionales como estéticos, y debemos invitar al paciente a la realización de una higiene cuidada, tanto de la cavidad oral como de la prótesis, que debe ser extraída para su limpieza.
- Prótesis removibles completas: Conocidas por la gente comúnmente como dentaduras postizas. Se realizan cuando el paciente no tiene ningún diente, siendo por tanto mucosoportadas al carecer de pilares para la sujeción. El soporte de la prótesis se toma a partir de unas anchas bases, que se extienden sobre la superficie de la mucosa en los procesos alveolares.